Mediante la lectura con los niños y niñas, tanto en casa como en la escuela, fomentamos que se asomen al mundo de los libros con naturalidad , entusiasmo y curiosidad.
Aprender a leer y a escribir no es un aprendizaje natural, como lo es el caminar o el hablar, sino que requiere una adquisición de procesos y acciones de manera sistemática e intencionada. Se trata de actividades complejas que requieren cierto nivel de maduración del sistema nervioso.
La forma de enseñar a leer ha evolucionado con el tiempo. Está comprobado que los métodos de lectura de tipo fonológico son más eficaces que los métodos de tipo global. En los primeros se enseñan las letras, sus sonidos y combinaciones.
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